Cuidados en demencia: cómo familias asumen el 80% de la carga según nuevo estudio
Un estudio reciente publicado en el Journal of Alzheimer's Disease revela datos cruciales sobre cómo las personas mayores utilizan los servicios de atención formal e informal antes, durante y después del diagnóstico de deterioro cognitivo. La investigación, liderada por Sakura Sakakibara del prestigioso Karolinska Institutet (top-100 mundial en investigación), analizó patrones de cuidado en 244 personas con deterioro cognitivo sin demencia (CIND) y 175 con demencia, comparándolas con grupos control.
Según los hallazgos, disponibles en PubMed, el uso de cuidados informales (proporcionados por familiares) aumenta drásticamente hasta 32.3 horas semanales tras el diagnóstico de demencia. "Esto supone una carga significativa para las familias que muchas veces no recibe suficiente apoyo institucional", explica Giulia Grande, coautora del estudio.
¿Qué es el CIND y por qué importa?
El deterioro cognitivo sin demencia (CIND) es una condición intermedia donde las personas muestran problemas de memoria o razonamiento, pero no cumplen todos los criterios para demencia. El estudio demuestra que incluso en esta fase temprana:
- El uso de cuidados formales se duplica (OR 2.30)
- Las mujeres y quienes viven solos requieren más apoyo
- Las enfermedades crónicas aceleran la necesidad de cuidados
Investigaciones previas como el estudio WHICAP de Columbia University ya habían señalado esta transición, pero los nuevos datos del Karolinska ofrecen una perspectiva longitudinal única.
La brecha entre cuidados formales e informales
Uno de los hallazgos más llamativos es la divergencia entre ambos tipos de cuidado. Mientras los servicios profesionales (formales) aumentan moderadamente, la carga sobre las familias se dispara. Abigail Dove, coautora, lo explica: "Los sistemas públicos no escalan al mismo ritmo que las necesidades, transfiriendo presión a redes informales ya sobrecargadas".
Este fenómeno coincide con lo observado en estudios sobre desigualdades en salud, donde los grupos socioeconómicos bajos sufren mayor presión familiar.
Implicaciones para la salud pública
Los resultados sugieren que:
- Las intervenciones deberían comenzar en fase CIND, no esperar a demencia
- Se necesitan políticas que alivien la carga de cuidadores informales
- Factores como vivir solo o tener múltiples enfermedades deben activar protocolos tempranos
Como señala la OMS en sus directrices sobre demencia, este tipo de datos son vitales para planificar sistemas de salud sostenibles. El estudio también conecta con investigaciones sobre envejecimiento celular, mostrando cómo lo biológico y social se entrelazan.
Fuente principal: Estudio completo en Journal of Alzheimer's Disease
Sobre el autor: Este artículo fue redactado por el equipo editorial de Educar en Salud, especializado en divulgación científica. Los contenidos se basan en fuentes revisadas y se explican con fines informativos para el público general.
Revisión editorial: Este contenido fue verificado por el equipo editorial de Educar en Salud con base en fuentes científicas primarias y guías de salud oficiales.
Resumen: Investigación del Karolinska revela que los cuidados informales aumentan hasta 32h semanales tras diagnóstico de demencia, superando 4x la ayuda profesional.
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