Relación entre el diámetro del injerto y la progresión de osteoartritis tras reconstrucción de ligamento cruzado
Diámetro del injerto en reconstrucción de LCA: cómo afecta a la artrosis postoperatoria
La reconstrucción del ligamento cruzado anterior (LCA) es una cirugía común en deportistas, pero un nuevo estudio revela un dato preocupante: el tamaño del injerto utilizado podría acelerar el desarrollo de artrosis postraumática. Investigadores de la Universidad Juntendo en Tokio, una de las instituciones más prestigiosas de Asia en ortopedia, han descubierto que injertos más anchos correlacionan con mayor deterioro del menisco y formación de osteofitos.
Publicado en BMC Musculoskeletal Disorders, revista indexada en PubMed, el estudio longitudinal analizó a 42 pacientes durante un año postoperatorio. "El diámetro promedio del injerto fue de 9.25 mm, pero aquellos con medidas superiores mostraron un 48% más de extrusión meniscal", explica el Dr. Shinnosuke Hada, autor principal. La extrusión meniscal, que ocurre cuando el menisco se sale de su posición normal, es un marcador temprano de artrosis.
¿Por qué importa el tamaño del injerto?
Durante la cirugía, se perforan túneles óseos para fijar el nuevo ligamento. Injertos más gruesos requieren túneles más amplios, generando mayor trauma articular. "El sangrado intraarticular y la inflamación subsiguiente podrían desencadenar cambios degenerativos", señala la Dra. Haruka Kaneko, coautora del estudio. Esto coincide con hallazgos previos del American Journal of Sports Medicine sobre la relación entre hematomas postquirúrgicos y daño cartilaginoso.
Para entender las implicaciones, imaginemos el menisco como un amortiguador natural. Cuando se desplaza, pierde su capacidad de absorber impactos. Según los datos, cada milímetro adicional en el injerto aumentó 0.67 mm la extrusión meniscal. "Es como si al agrandar el agujero para colocar un perno más grueso, debilitáramos los cimientos de la articulación", analogiza el Dr. Yoshitomo Saita.
Datos que preocupan a los pacientes
El estudio reveló tres hallazgos clave:
- Correlación directa: Mayor diámetro = mayor progresión de artrosis (r=0.48)
- Diferencias significativas: Pacientes con injertos >9.25 mm tuvieron un 30% más osteofitos
- Localización específica: Los cambios fueron marcados en el compartimento medial, zona que soporta el 70% del peso corporal
Esto es relevante para los 40,000 españoles que anualmentese someten a esta cirugía, según la Sociedad Española de Traumatología del Deporte. En Latinoamérica, donde el fútbol es pasión nacional, países como Brasil y Argentina registran tasas aún mayores de lesiones de LCA.
¿Deben cambiarse los protocolos quirúrgicos?
Actualmente, muchos cirujanos seleccionan injertos más gruesos buscando mayor estabilidad. "Nuestros resultados cuestionan esta práctica", advierte el equipo. Sin embargo, expertos independientes como el Dr. Carlos Guanche del Southern California Orthopedic Institute matizan: "El equilibrio entre estabilidad y preservación articular es complejo. Se necesitan estudios a más largo plazo".
Mientras tanto, los autores recomiendan:
- Personalizar el tamaño del injerto según anatomía del paciente
- Monitorizar con resonancias a los 6 y 12 meses postoperatorios
- Implementar terapias antiinflamatorias tempranas
Este hallazgo conecta con investigaciones recientes sobre enfoques innovadores en ortopedia y aplicaciones de IA en medicina deportiva.
Impacto en la salud pública
Considerando que el 87% de pacientes con LCA desarrollarán artrosis, estos resultados podrían influir en:
- Guías clínicas: Revisión de parámetros quirúrgicos
- Costes sanitarios: La artrosis genera gastos anuales de €4,800 por paciente en España
- Prevención secundaria: Programas de rehabilitación específicos
Como señala el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas de EE.UU., "detectar factores modificables en artrosis postraumática es clave para reducir su carga global". Este estudio da un paso en esa dirección, aunque como toda investigación observacional, requiere confirmación con ensayos controlados.
Para deportistas y pacientes, el mensaje es claro: al evaluar opciones de reconstrucción de LCA, pregunte a su cirujano sobre el tamaño del injerto y sus posibles consecuencias a medio plazo. La medicina de precisión también debe llegar a la traumatología deportiva.
Fuente principal: Estudio completo en BMC Musculoskeletal Disorders
Sobre el autor: Este artículo fue redactado por el equipo editorial de Educar en Salud, especializado en divulgación científica. Los contenidos se basan en fuentes revisadas y se explican con fines informativos para el público general.
Revisión editorial: Este contenido fue verificado por el equipo editorial de Educar en Salud con base en fuentes científicas primarias y guías de salud oficiales.
Resumen: Estudio revela que injertos más gruesos en reconstrucción de LCA aumentan un 48% el riesgo de artrosis temprana. Universidad Juntendo (2025).
Comentarios
Publicar un comentario